Der Backstein des Konzentrationslager

La naturaleza humana nunca deja de sorprenderme. Normalmente, para mal.

El otro día estaba buscando en Google la palabra Konzentrationslager, para saber si la había escrito bien en un correo (y no, no quieren saber para qué cojones estaba usando esa palabra en un correo). Curioseando, me encontré con un enlace que hace que piense que hay gente que está muy, pero qué muy mal de la cabeza. Porque, vamos a ver, ¿para qué narices querría nadie modelar un campo de concentración nazi con piezas de lego?

Pues se le ocurrió a un tipo llamado Zbigniew Libera, un artista polaco que un buen día decidió pedirle a la compañía LEGO un juego de piezas para construir una prisión y un hospital… Solo que, a medio camino, el hombre pensó que sería una magnífica idea construir en su lugar un campo de concentración. Con sus prisioneros esqueléticos tras vallas y todo.

Ya se imaginarán que esto no le hizo ni puta gracia a la compañía. Claro que tampoco es muy de extrañar de un tío que hace estas cosas:

His recent artworks employ ordinary objects to mock mass culture’s obsession with everything from large sex organs to trendy narcotic highs.

No he encontrado ninguna obra suya buscando por large sex organs, pero echen un vistazo a lo que ofrece el buscador de imágenes de Google de este hombre, que no tiene desperdicio.

PS No sé si el título está bien escrito, que uno no tiene ni idea de alemán, pero se supone que ahí dice «el ladrillo del campo de concentración» o algo así.